Vamos a ser claros:
Si tus nuevos clientes siguen llegando porque alguien “te recomendó vía boca-oreja», enhorabuena. Eso significa que haces bien tu trabajo y generas confianza.
Pero también significa que estás jugando con una fuente que no controlas y quizás algún día este seca..
¿De dónde vienen tus clientes?
Muchos Abogados viven de:
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Recomendaciones de antiguos clientes.
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Derivaciones de otros profesionales (colaboradores, procuradores, asesores…).
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Colegas del gremio que les mandan un caso de vez en cuando, porque no es su especialidad.
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Eso está muy bien. Hasta que deja de estarlo.
Porque el comportamiento del cliente legal ha cambiado. Ahora:
🔍 Busca en Google
📱 Compara webs
💬 Lee opiniones en Google Maps o redes
🧠 Tarda más en decidirse… y en confiar
Y si tu despacho no está presente en esos canales, simplemente no existes para ellos.
No, no digo que bailes en TikTok…
Cuando digo que tienes que empezar a captar, cazar o pescar clientes por tus propias redes, no me refiero a Instagram, ni a reels ni a volverte youtuber…
Hablo de tener una red de captación profesional, digital y automatizada que funcione para ti todos los días del año.
Eso implica:
✅ Tener una web bien pensada para convertir.
✅ Posicionarte en Google con SEO local y estratégico.
✅ Captar leads con formularios, descargas o reservas online.
✅ Medir qué canales te traen visitas y clientes.
✅ Trabajar tu reputación digital de forma activa.
“Yo con el ‘boca-oreja’ tengo suficiente…”
Sí, hasta que no.
Nadie te está quitando clientes, pero los que podrían llegar a serlo, se van a otros despachos que sí se han adaptado.
Y no hablamos del futuro. Hablamos de ya.
¿Y ahora qué?
Si ya estás notando que las recomendaciones bajan, que hay más competencia, que cada vez cuesta más cerrar un cliente…
No es casualidad.
Es momento de hacer algo.
Y para eso estamos en Sanseviera Marketing.
🏛️ Somos expertos en marketing para Abogados.
🎯 Te ayudamos a construir una red digital de captación que funcione, sin postureo.
💬 Y sí, te lo explicamos todo en lenguaje sencillo y claro.
¿Hablamos?